jueves, 26 de junio de 2008

15, la niña bonita


Quince años tiene mi amor.

Porque hace quince años lo encontré, y ese mismo día empecé a creer en los milagros, porque existir tal vez no existan pero haberlos, haylos.

Hace quince años, quince, en un momento difícil y de gran confusión en mi vida ella apareció, de repente. Dios , que existir sí que existe, hizo un milagro en forma de Lola.

Al segundo día le dije que estaba cansado de ser novio, y le pedí que se casara conmigo. Y me dijo que sí. Y eso hicimos seis meses después. Como los niños tardaron en llegar dos años, los que pensaron mal empezaron a convencerse de que lo nuestro fue por amor.

Aristóteles y yo decimos que en el centro se encuentran la virtud y el equilibrio, y ese sentido aristotélico es el que ella aporta a mi vida.

El cantor y yo decimos que qué podría contar que no imaginéis: mi patria, mi bandera y mi segunda piel.

Y yo digo que ella es , ante todo, buena y sincera , y que en los momentos difíciles no ha estado detrás de mi, sino a mi lado.

Y para quien crea que todo esto no se estila, como decimos la gran María Dolores Pradera y yo, lo que estila son esos ojazos suyos y mi orgullo cuando paseo cogido de su brazo.

Y así, uno tras otro ya han pasado quince años. Los mismos que tiene mi amor.
Quince años, la niña bonita. Y la niña bonita, la mía, se llama Lola.

1 comentario:

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Los años pasan rápidos cuando el amor entra en nuestras vidas. Enhorabuena.