Los Hombres G era un grupo de música formado por 4 miembros que durante los años 80 nos hicieron bailar al ritmo de sus canciones.
Hoy ya no sabemos cuántos son los hombres G. Están los G4, G5, G7, G8, G20… y también nos hacen bailar al ritmo que marcan.
En ninguno de estos nuevos hombres G está nuestro Presidente Rodríguez por más que lo está intentando. Pero nada, que no hay manera. Imagino su tristeza y zozobra y lo que debe pensar en estos momentos:
“Estoy llorando en mi habitación,
todo se nubla a mi alrededor”
Para ser un hombre G está haciendo intensas gestiones diplomáticas, llegando incluso a llamar a Bush, y la respuesta de éste ya la saben:
“Sufre mamón…”
Y le niega una y otra vez su conversión en hombre G porque Bush, ya lo saben:
“Yo sono il capone di la mafia”.
Pero nuestro Presidente, inasequible al desaliento sigue intentándolo, y pretende que el yankee olvide las ofensas cometidas, pero aquél no olvida y siempre le recordará aquello de
“Has sido tú, ¿te crees que no te visto?”
Viendo que por esta vía no ha conseguido su objetivo, se ha puesto de rodillas ante el francés Sarkozy y le ha suplicado
“¿Por qué no ser amigos?”
Ante esta súplica Sarkozy tal vez acceda a invitarlo a una de las reuniones de los hombres G, pero es probable que le diga : “Mira José Luis, nos vamos a reunir pero mientras debatimos cuestiones importante, tú
Visita nuestro bar”
Y tras este nuevo fracaso, nuestro Presidente va a seguir intentado ser un hombre G.
No entiendo yo este interés por serlo. Algo debe tener. No sé… tal vez sea que ser un Hombre G tiene su punto.
Hoy ya no sabemos cuántos son los hombres G. Están los G4, G5, G7, G8, G20… y también nos hacen bailar al ritmo que marcan.
En ninguno de estos nuevos hombres G está nuestro Presidente Rodríguez por más que lo está intentando. Pero nada, que no hay manera. Imagino su tristeza y zozobra y lo que debe pensar en estos momentos:
“Estoy llorando en mi habitación,
todo se nubla a mi alrededor”
Para ser un hombre G está haciendo intensas gestiones diplomáticas, llegando incluso a llamar a Bush, y la respuesta de éste ya la saben:
“Sufre mamón…”
Y le niega una y otra vez su conversión en hombre G porque Bush, ya lo saben:
“Yo sono il capone di la mafia”.
Pero nuestro Presidente, inasequible al desaliento sigue intentándolo, y pretende que el yankee olvide las ofensas cometidas, pero aquél no olvida y siempre le recordará aquello de
“Has sido tú, ¿te crees que no te visto?”
Viendo que por esta vía no ha conseguido su objetivo, se ha puesto de rodillas ante el francés Sarkozy y le ha suplicado
“¿Por qué no ser amigos?”
Ante esta súplica Sarkozy tal vez acceda a invitarlo a una de las reuniones de los hombres G, pero es probable que le diga : “Mira José Luis, nos vamos a reunir pero mientras debatimos cuestiones importante, tú
Visita nuestro bar”
Y tras este nuevo fracaso, nuestro Presidente va a seguir intentado ser un hombre G.
No entiendo yo este interés por serlo. Algo debe tener. No sé… tal vez sea que ser un Hombre G tiene su punto.