martes, 21 de diciembre de 2010

La línea (de la Concepción) entre la estupidez y la sensatez



Los que le oíamos en la radio, Antena 3, allá por los ochenta, le echamos de menos. Y mucho, muchísimo. Solía hacer reflexiones siempre acertadas.

Y ahora, Santiago Amón que estás en los cielos, cuánto te estarás divirtiendo al ver que aquella frase tuya tiene,  en esta España de hoy,  casi más vigencia que cuando la pronunciaste, hace más de 20 años.

             “En este país no cabe un tonto más”.

             Y en esas estamos, no cabe un tonto más. Ni una tonta, no se me enfaden la Ministra Pajín y la Directora General Aído.

             He oído y leído una noticia que cuanto más la leo, más me sorprende e indigna. Les resumo brevemente: Un profesor de un colegio de La Línea de la Concepción explicaba a sus alumnos los diferentes tipos de climas. Al hablar del clima frío, hizo una mención a que este tipo de clima contribuía a la mejor cura de los jamones.

             En estas que se levanta un alumno, musulmán , y le dice que al hacer mención al cerdo ha ofendido su religión. El alumno lo cuenta en casa, lo denuncian  y al profesor le cae un procedimiento penal por un posible delito de xenofobia y no sé cuantas idioteces más...

             Y esto es lo que hay. Esto es lo que ha conseguido un gobierno más preocupado de una falsa alianza de civilizaciones que de sacarnos del pozo en el que nos ha metido. Un Gobierno que nos exige respeto a las tradiciones de los que vienen, pero a éstos no les exige el mismo respeto por las nuestras.

             En esta nuestra España, algunos están perdiendo la cabeza y el norte... y no lo digo por el Presidente Ausente ya que no se puede perder lo que nunca se tuvo.

             La línea que separa la estupidez y la sensatez es muy delgada a veces, y hay que tener cuidado para no pasar de la primera a la segunda.

             Lo sucedido en La Línea de la Concepción es una prueba más de la estupidez humana y de que es verdad que en este país no cabe un tonto más.

             Pero no crean ustedes que esto se va a solucionar y los que han promovido este procedimiento contra el profesor van a recapacitar y retirar la denuncia. No, eso no. Verán ustedes como amparados por el Jefe de la Alianza de Civilizaciones promueven un procedimiento para que le cambien el nombre a La Línea de la Concepción, ya que hace mención y alusión a una Virgen cristiana del mismo nombre.

Al tiempo. Ya verán.

Fue Einstein el que dijo “sólo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y de la primera no estoy muy seguro”.

Y en este país, y lo repito por tercera vez, no cabe un tonto más. Ni tampoco un estúpido más. 

Y no seré yo quien lleve la contraria a Santiago Amón, y mucho menos a Einstein.