jueves, 26 de noviembre de 2009

Mambrú se fue a la paz

     Si han leído algunos de mis artículos anteriores, sabrán que no me caracterizo por aprobar la gestión del Ministro de Todo y Presidente de Nada, esto es de Rodríguez. Pero tengo que decir que hay algo en lo que , contrariamente a lo que creo, tiene razón:


     En Afganistán estamos en misión de PAZ.


     El razonamiento es muy sencillo. A saber:

     El Premio Nobel de la Paz , salvador del mundo mundial y Presidente de USA en sus ratos libres, el Gran Obama, ha anunciado que va a enviar 35.000 soldados más a Afganistán.


     Yo entiendo que todas las acciones de un Premio Nobel de la Paz persiguen eso, la paz y nada más. Y un Premio Nobel de la Paz no va a enviar a los soldados a una guerra; los manda a la paz.

     Y como los manda a Afganistán no nos queda más que concluir que es una zona de paz, nada de guerras ni talibanes malos malísimos.


     Y en esa zona tan tranquila del mundo, donde la paz reina por todos los rincones, donde el “flower power"y  la flor de opio,  es la tónica habitual de cada día, están nuestros soldados, con instrucciones claras de no usar las armas, que para eso es una zona de paz, el paraíso.


     ¿Ven como nuestro Presidente tiene razón?


     Anda que no ha recibido críticas por decir que nuestro ejército es un ejército de paz.!!!... y lo que nos hemos reído con aquella famosa frase que dijo, esa de “ansia infinita de paz”... Vamos, que lo creíamos un cursi y realmente es un gran estadista, el gran visionario del futuro.


     Es que va a ser verdad eso de que los españolitos no sabemos apreciar ni valorar lo que tenemos. Menos mal que ha venido el superhombre , Obama en sus ratos libres , y nos ha demostrado cuánta razón tiene nuestro Presidente y que sabias palabras son las que dice ...



     Y el más feliz de todo esto es Mambrú, que se ha pasado toda la vida yendo a la guerra, mireustedmireustedquépena, y ahora ya no morirá como canta la canción, ya que Mambrú ahora y gracias a Obama y ZP, se va a la Paz.    Do re mi, do re fa.


sábado, 21 de noviembre de 2009

Alacranes en el Alakrana

Dicen que un alacrán quería cruzar un río y que para poder hacerlo pidió ayuda a un hipopótamo que estaba en el agua. Éste le dijo que no se atrevía a ayudarle ya que se exponía a que el alacrán le picara, ocasionándole la muerte con su potente veneno.


El alacrán le prometió que no le clavaría el aguijón. El hipopótamo aceptó y montó sobre su lomo al alacrán. A mitad de río, el alacrán clavó su aguijón en el hipopótamo, que sorprendido le dijo: ¿qué has hecho?, ¿no te das cuenta que ahora yo me ahogaré y tú también? El alacrán sólo respondió: Lo siento, es mi carácter.


Viene esta historia a colación de lo sucedido con algunos familiares de algunos marineros del Alakrana, concretamente los vascos, tan euskaldunes ellos para lo que les interesa. Para otras cosas, españoles españolismos.



Para faenar fuera del límite de seguridad con la ikurriña como bandera, más euskaldunes que nadie.


Para pedir auxilio una vez secuestrado el barco, españoles de toda la vida.



Para aceptar el ofrecimiento del gobierno del zapatero prodigioso de llevarlos en avión a Seychelles a encontrarse con sus familiares liberados por los piratas, euskaldunes. Vamos, van a aceptar ellos el viajar en el avión fletado por el gobierno del estado opresor… el mismo que ha pagado el rescate, y que para esto era un poquito menos opresor.



Purito carácter alacranero. Se mueren de ganas por ver a sus marineros tras 47 días de pesadilla, pero el “lo siento, es mi carácter” aflora y prefieren ahogarse en el río antes que llegar a la otra orilla.





Mientras tanto, allí lejos en el Indico, unos marineros tuvieron la suerte de reencontrarse con sus familiares, llegados desde España, y otros, los vascos, se quedaron mirando y viendo cómo no llegaban los suyos.



Y todo por ese carácter tan propio y tan nefasto del alacrán.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Julio César el italiano, el pequeño galo y el pusilánime español

Dicho así, parece un chiste, de esos de “van un italiano, un francés y un español...” , pero no, es algo mucho más serio.



Cuenta la historia que Julio César, el italiano, fue apresado por unos piratas. 38 días lo tuvieron cautivo hasta que pagaron su rescate. Al ser liberado les dijo a los piratas que volvería a por ellos y los ajusticiaría.



Dicho y hecho. Una vez libre, regresó con sus tropas , los apresó y crucificó.



Dos mil años más tarde, el pequeño galo, nuevo Astérix del siglo XXI, esto es Sarkozy, pagó el rescate de un barco apresado por piratas somalíes. Liberado el barco, envió a un grupo militar de élite que los apresó y recuperó el dinero pagado.




Y hoy, tras 47 días de secuestro del barco con bandera de Euskadi, el Alakrana, el gobierno del zapatero prodigioso, tras liarla bien liada, ha pagado el rescate y el barco ya navega libre. Me alegro de veras por los tripulantes, verdaderas víctimas de este lamentable suceso.





Liberado el barco, las tropas españolas desplegadas en el Indico no han sido capaces de apresar a los piratas a pesar de que éstos huían en lanchas tipo zodiac y nuestro ejército les perseguía con helicópteros 6 veces más rápidos.... Como mentira está bien , pero deja en muy mal lugar a nuestro ejército, que una vez más calla y sacrifica su prestigio.




Parece de ciencia ficción... Y pretenden que los ciudadanos como usted y yo nos lo creamos; palabra de ZP y amén. Mientras , los piratas están en su particular Isla Tortuga celebrándolo con bodas incluidas.





Esto es lo que hay; esto es lo que pasa cuando un país es dirigido por un sujeto endeble, frágil, indolente, inerme, pasivo, relajado, achantado, cobarde , medroso, espantadizo, blandengue, timorato y mentiroso. Vamos, lo que la RAE define como un pusilánime.




Y el pusilánime español , un tipo que ha visto Bambi 500 veces en el cine, ha debido pensar que los piratas son como ese Jack Sparrow al que ha visto otras 500 veces pirateando por el Caribe, un personaje que cae bien. Así que mejor que sigan libres por los siete mares, que majetes ellos.




Porque el pusilánime es así. Vive su particular mundo de mentiras con las que pretende hacernos comulgar con ruedas de molino... sin darse cuenta que como dijo alguien una vez, una cosa es el cine y otra, mucho más peligrosa, la vida.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Garzón no es Astérix

Más de un mes lleva el barco Alakrana secuestrado en manos de los piratas somalíes.


36 hombres secuestrados y amenazados. 36 familias secuestradas.


La situación es peligrosa y muy grave. Y peor se ha puesto desde la intervención del juez Garzón, porque verán, estos temas hay que llevarlos con mucha diplomacia y discreción. Y eso es justo lo que este juez no ha hecho.



Los piratas secuestran a nuestros pescadores, a 36, y Garzón ordena traer a España a 2 piratas, o piratines, capturados por las tropas españolas.


Toma ya, que se fastidien los piratas, que me traigo a dos... sin pensar que ellos tienen a 36. Buen balance, señor juez...


Hoy nos hemos enterado que los piratas han desembarcado a 3 marineros secuestrados y se los han entregado a las familias de los 2 que están en España. No se sabe si es una medida de presión, o lo que es peor, para que se tomen venganza.


¿Qué va a hacer ahora el superjuez? , ¿con qué golpe de efecto periodístico nos va a sorprender?


Una vez más este personaje , más mediático de lo que sería deseable, ha antepuesto su afán de notoriedad a la seguridad de nuestros marineros. Una vez ha confundido las cosas...será que como es el hombre que según su biografía “veía amanecer”, pues la noche le confunde.


Y sí que se ha confundido una vez más. Ha creído que estos piratas son como los que salen en las historias de Astérix, esos que cuando veían a éste y a su compañero Obélix, hundían ellos mismos su propio barco.


Garzón no es Astérix y no tiene la poción mágica. Y estos piratas no son de papel.


La situación que ha creado es para todos, pero sobre todo para los secuestrados y sus familias, muy delicada, muy peligrosa. Como diríamos los comunes y vulgares mortales, una situación de locos...


Obélix lo hubiera definido muy bien: “Está loco este romano”.

Y que cada uno quite la palabra “romano” y ponga la que crea más conveniente.