viernes, 22 de enero de 2010

Mucho Obama y pocas nueces

        Estamos de celebración, de cumpleaños. Un año ya del nombramiento de Obama como Presidente de USA.  

         Mientras medio mundo lo celebra, el otro medio seguimos a la expectativa de los grandes cambios que iban a producirse en el mundo mundial con su advenimiento al poder.

         ¿Y qué ha cambiado? Pues , además de la decoración de la guaitjaus y del ersforsguan, poquitas cosas...

         Las grandes reformas que anunció no acaban de salir adelante; unas porque no puede y otras porque no se atreve. El papel lo aguanta todo, y si es el papel de un discurso de campaña electoral, aguanta mucho más todavía.

         El mundo sigue más o menos igual de mal que hace un año, pero él ya no es el mismo.

         Gracias a su victoria (fácil por otra parte porque no había rival) Obama ha tenido la oportunidad de hacer cosas que jamás hubiera hecho. Por ejemplo, que le regalen un premio Nobel y mandar 35.000 soldados más a una guerra. Curioso.

         Otro ejemplo: Conocer en persona al futuro premio Nobel de Economía, el único, el inigualable, el hombre de la palabra hueca y verbo fácil, el Ministro de Todo y Presidente de Nada: Rodríguez, el zapatero prodigioso.

         También ha tenido la oportunidad de conocer la moda gótica en todo su esplendor.

         Todo ello además de asistir a la conjunción planetaria de Europa y Usa, ante el deleite de Leire Pajín... Una Leire que anda estos días con el globito (el de cumpleaños, no me tergiversen) ensimismada ante sus idolatrados presidentes.

         Vaya en su haber la reciente y afortunada intervención en el devastado Haití, porque mientras en Europa seguimos intentado coordinar la ayuda y nos pegamos por ver qué dirigente se hace la mejor foto en la zona, la imagen de sus marines y helicópteros sí se corresponde esta vez con una misión humanitaria y de paz.

         Y para celebrar el cumpleaños, nada peor que un regalo inesperado: Por primera vez desde hace 57 años, su partido , el Demócrata , ha perdido el escaño al Senado por Massachusetts; escaño que elección tras elección ganaban los Kennedy. Preocupante síntoma.

        
         De todas formas, no seré yo quien deje de felicitarle y aunque no es Kennedy, y yo tampoco tengo la sensual voz de Marylin para cantarle aquello de “happy birthday Mr. President”, vaya por delante mi felicitación y mis mejores deseos para que no tengamos que empezar a parafrasear a  Shakespeare y decir aquello de  “mucho Obama y pocas nueces”.

1 comentario:

ramorgi dijo...

NO "ZEJES"