miércoles, 5 de enero de 2011

La chivata y el impresentable



        Pues en este año 2011 que como dirían en las telenovelas, recién comenzamos, acabo de desvelar uno de los grandes misterios que me tenía en vilo, en un come come continuo.


         Ahora ya sé, bien que sé, cuáles han sido, son y serán los méritos de la inigualable Leire Pajín para llegar tan alto como ha llegado en política. Y méritos tiene, que no todo se va a circunscribir a parecerse a Felipe, lo cual da un caché importante en el partido.


         Pero no; Leire ha acumulado méritos más que suficientes para llegar a ser como es, Ministra de Sanidad, pasando anteriormente por cargos importantes y muy bien remunerados. Mileurista, lo que se dice mileurista no es.


         Y el Impresentable Presidente lo ha sabido ver. Pues bueno es él. A César Visionario no le gana ni Umbral. Entiéndase lo de Impresentable no en tono despectivo, sino descriptivo de la realidad, porque yo lo digo y lo escribo en el sentido de que no se va a presentar nuevamente a las elecciones. De ahí lo de Impresentable. Por favor, leánlo así, y que no se me altere la progresía que aplaude todas sus ocurrencias.


         Pues el mérito mayor de Leire, el que ha hecho subir ha sido el ser la chivatilla de turno. Vamos, esa a la que en el colegio el profesor/a le encargaba apuntar a los alumnos que hablaran durante su ausencia.


         Y la chivatilla aprendió que apuntando se hace camino y se hace camino al apuntar, digo al chivatear. Y en esas anda, de chivata mayor del Ministerio de Sanidad.
         Pues nada, todos a seguir su petición y a chivarnos si vemos a alguien fumando dónde no se debe. Esta es su gestión.


         Que por otra parte, y sirva de inciso, manda lo que usted se imagina que semejante personaje sea ministra de Sanidad. Actualmente el sistema sanitario está a punto de hundirse, de quebrar. En estos momentos es cuando dicho Ministerio tendría que ser gestionado por un equipo de expertos, de gestores, y no por la amiga del Presidente, que de Sanidad y Gestión sabe lo que yo de física cuántica.


         Porque dudo yo que alguien que no sabe que la G con la E se lee GE y no GUE pueda llevar un Ministerio. Recuerden el episodio del discurso en el que dijo “cónyuGUE” en vez de cónyuge. Por no recordar eso tan fino y elegante que dijo de  “Sólo faltaría que la ministra no pueda nombrar a quien le salga de los cojones”. No me lo invento. Ahí están las hemerotecas. Fina y educada que es ella.


Y ahora, el personaje o personaja en cuestión (que es que no sé como se dice ahora), nos dice que para dar cumplimiento a la nueva Ley Antitabaco, nos chivemos si vemos a alguien fumando dónde no se puede.


Vamos, que nos volvamos delatores, al más puro estilo estalinista, castrista o comunista. Pues conmigo que no cuente.

Chivarse es delatar. Delatar es traicionar y a mí me enseñaron en el colegio aquello de “Roma no paga traidores”.


A ella también se lo debieron enseñar, pero lo más probable es que el día que lo explicaron no fue a clase. Fue el mismo día que explicaron también que la G con la E se lee GE, no GUE.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, Ramón, seguro que un poquito de física cuántica ya sabes. ¡Si me basta que sepas quién era Einstein. Bueno, que hayas oído alguna vez ese nombre...! Recuerda tu último blog. Lo digo porque contaba contigo para el ministerio de energía. Un buen amigo como tú se merece un buen sueldo vitalicio. Un saludo.
Alvaro.

No se me ocurre un nombre anónimo. dijo...

Lo de impresentable es superior. Felicidades

Montse Domeque dijo...

ya ves Ramón, a lo que estamos llegando a tener que denunciar a los que fuman, y así de facil, todos acatamos y a seguir por la vereda con los ojos tapados como los burros, ya no importa nada, espero que en Mayo, esta España nuestra reacciones por lo menos en las urnas